Museo Zeitz MOCAA

Descripción

Desde la década de los 20, el emblemático silo de grano de Ciudad del Cabo almacenaba y clasificaba el maíz procedente de toda Sudáfrica.Tras su cierre en la década de los 90, los propietarios de este edificio situado en el Victoria & Alfred Waterfront se pusieron en contacto con el estudio en busca de ideas para la transformación del silo y su emplazamiento. Si bien el paseo marítimo era ya una zona vibrante, lo cierto es que carecía de una institución cultural importante.De forma paralela, la Fundación Zeitz estaba buscando un nuevo emplazamiento permanente para su colección de arte contemporáneo de África y su diáspora. Así, los dos programas coincidieron y se decidió convertir el silo en un nuevo museo dedicado al arte contemporáneo de África y su diáspora.Si bien el edificio de hormigón parece ser una única estructura, lo cierto es que se compone de dos partes: por un lado, la antigua torre de clasificación del grano; y por otro, las 42 celdas de almacenamiento adosadas entre sí. Precisamente, convertir estos enormes tubos de hormigón en espacios apropiados para la exposición de arte, preservando al mismo tiempo el patrimonio industrial del edificio, fue el mayor reto del proyecto.El concepto desarrollado por el estudio giró en torno a la creación de un atrio, como una catedral abovedada, que constituyese el corazón del museo. Así, el centro del edificio daría acceso a las plantas de las galerías, organizadas en torno al atrio central.La realización de este concepto supuso todo un reto técnico. Basándose en la forma de un grano de maíz, el vacío central que formó el gran atrio se amplió para abarcar toda la altura del volumen, de 27 metros, y después fue traducida en miles de coordenadas, cada una definiendo un punto dentro de los tubos del silo. Los tubos de hormigón, de solo 170 mm de grosor, eran muy frágiles, por lo que se añadieron refuerzos internos de hormigón armado.Gracias a estos refuerzos, se consiguió crear una estructura estable y de 420 mm de grosor, que a su vez proporcionaba una guía de corte para eliminar partes del antiguo silo. Los tubos existentes se redujeron para revelar las geometrías curvas del atrio de 4.600 metros cúbicos y los bordes cortados se pulieron para dar un acabado de espejo en contraste con el acabado en hormigón del edificio.Cada uno de los tubos cortados se remató con un panel de vidrio laminado de 6 metros de diámetro que permite la entrada de luz natural en el atrio. Las fritas ilustran la obra El Alfabeto Cósmico, del fallecido artista africano El Loko, y además de mitigar el calor de la luz diurna, permiten crear una superficie segura y transitable para el jardín de esculturas.El resto de los tubos interiores se eliminaron para dar cabida a 80 espacios de galería que proporcionan 6.000 metros cuadrados de espacio de exposición. Por último, los túneles subterráneos también se acondicionaron para la creación de obras específicas para el lugar.(Descripción aportada por los arquitectos)