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© Snøhetta
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Lascaux IV Centro Arte Rupestre

200best ES
Snøhetta
2016

Tipo

Museo

Etiquetas

infraestructuras culturales , espacios del arte , 200Best

Visitabilidad

Visitable

Descripción

El nuevo Museo de las Cuevas de Lascaux IV está situado en la intersección de dos paisajes únicos, entre una ladera protegida densamente arbolada y el valle agrícola de Vézère. El proyecto de Snøhetta concibe el museo como un fino corte en el paisaje, que invita a los visitantes a adentrarse en un curioso mundo de la prehistoria. Fue precisamente aquí, en las profundidades de las cuevas, donde los artistas prehistóricos produjeron extraordinarias pinturas rupestres hace más de 20.000 años.Como museo y centro de interpretación, el proyecto ha brindado a una nueva generación de visitantes la posibilidad de conocer Lascaux, una de las cuevas pintadas más espectaculares del mundo. Lo más destacado es el facsímil de la cueva que permite a los visitantes experimentar este misterioso entorno, tocar los contornos y texturas de la piedra y contemplar las antiguas obras de arte. Lascaux IV marca el inicio de una nueva etapa en la celebración del conocimiento de este yacimiento único y de su patrimonio cultural. Mediante un enfoque holístico que considera el paisaje, la arquitectura, el interior y la escenografía como un todo, el diseño pretende crear una experiencia que enseñe a los visitantes la importancia del yacimiento y revele al mismo tiempo la maravilla y el misterio originales de su descubrimiento. Lascaux IV se presenta como una fisura en el paisaje. La cubierta muestra una suave línea quebrada que recuerda a la forma ondulada de la colina. En toda su longitud, la fachada varía de transparente a opaca, manteniendo una relación indisociable con el exterior y dejando entrever lo que contiene en su interior.Lascaux IV está situado en una zona de transición entre el bosque virgen y las tierras agrícolas. Al encontrarse exactamente en el límite entre estos dos paisajes tan diferentes, la arquitectura pretende ser una contribución al lugar y al paisaje, facilitando un diálogo entre estos dos paisajes opuestos. La forma y los materiales del edificio adoptan una expresión sobria, sin ostentación ni exceso, que habla de los elementos de la naturaleza circundante. De este modo, el edificio pretende reflejar el curioso espíritu de las cuevas originales y su contexto, así como erigirse en una gran representación del futuro patrimonio de la zona. Los muros, la cubierta, la franja de la fachada y los suelos interiores y exteriores están hechos de hormigón arquitectónico, lo que confiere al edificio una expresión monolítica. El tratamiento en bruto e inacabado del material evoca el mundo mineral, la roca de las colinas y la cueva. El segundo material del proyecto, el vidrio, domina la fachada y la cubierta de la zona de orientación. La transparencia de la fachada crea una conexión visual directa entre el exterior y el interior, invitando al público a entrar. Junto con el hormigón, el vidrio produce una serie de efectos de contraste, entre opacidad y transparencia, luz y sombra, incompleto y sofisticado, rugoso y liso. Su reciprocidad crea equilibrio y confiere a la instalación un aire contemporáneo.(Descripción aportada por Snohetta)