Conjunto residencial Quinta Monroy

Descripción

El programa que recibieron los arquitectos era claro. Realojar a las cien familias que habían estado ocupando informalmente un solar en el centro de Iquique, sin desplazarlos del lugar para no romper sus lazos vecinales. Esta acertada premisa se llevó gran parte del presupuesto en la adquisición del suelo urbano. El ajustado presupuesto, junto a esa necesidad de alojar a las cien familias, condujo a una solución: que cada familia pueda ir ampliando su espacio vital en función de sus necesidades y capacidad económica. Para asegurar la densidad necesaria, se adopta como tipología la vivienda entre medianeras, aunque en un principio sólo se ofrece la mitad de la vivienda. De esta forma, las familias pueden aspirar a una vivienda que puede llegar a tener las características de una casa de clase media. Las instalaciones de la semilla de vivienda se encuentran dimensionadas para las necesidades de la casa una vez ampliada, de forma que las obras posteriores son asumibles para la mayoría.  Las viviendas se sitúan en torno a una plaza comunitaria que actúa de transición entre la calle y el espacio privado, tratando de favorecer un sentido de comunidad entre los vecinos. Este proyecto, aunque no exento de dificultades a lo largo de los años, es un ejemplo de cómo los ciudadanos pueden contribuir a crear su propio hábitat.