Terminal de cruceros de Lisboa
200best ES
Carrilho da Graça Arquitectos
2018
Tipo
Infraestructuras urbanas
Etiquetas
infraestructuras urbanas, tratando los limites, 200Best, infraestructuras disfrutables
Visitabilidad
Visitable
Descripción
En las laderas del barrio de Alfama, la Terminal de cruceros de Lisboa es un anfiteatro que domina el estuario del río Tajo. A los pies de la colina, asentado sobre el terreno del vertedero portuario de principios del siglo XX, el edificio de la nueva Terminal de cruceros resuena y nos hace girar la mirada como un pequeño anfiteatro, aparentemente de espaldas al río, que mira hacia la ciudad.Compacto (el más pequeño de los edificios presentados al concurso internacional de 2010), este edificio se inserta, junto con el aparcamiento al aire libre y el tanque de mareas, entre los muros del antiguo muelle Jardim do Tabaco, dando la impresión de no tocar el suelo, entre los árboles del parque/bulevar que, junto con el edificio, habitan ahora este tramo del frente fluvial. Al elevarse del suelo, eleva el espacio público junto consigo mismo, transformándose en una terraza/mirador, una topografía abstracta entre el río y la ciudad, como una balsa transbordadora que conecta la ciudad con el río y revela ambos.Bajo este armazón elevado se sitúa el programa de la terminal, compuesto por: un aparcamiento subterráneo (conectado con el aparcamiento al aire libre); una zona de entrega, tratamiento y recogida de equipajes en la planta baja, y una zona de pasajeros (facturación, sala de espera, sala VIP, tiendas libres de impuestos y cafetería de acceso público) en la planta superior; todos ellos espacios flexibles, como los del parque/bulevar, que permiten la evolución futura de la terminal, así como la celebración de eventos de distinta naturaleza fuera de los horarios y temporadas de su uso como estación marítima.Esta especie de exoesqueleto, que rodea las áreas destinadas al programa terminal, está construido en hormigón estructural con corcho –una solución específicamente desarrollada para aligerar el peso del edificio, limitado por los cimientos preexistentes, que se deriva de un concepto original de Carrilho da Graça «experimentadesign», la bienal de diseño de Lisboa– con una particular calidad háptica, y que está iluminado por la luz del sol reflejada en el estuario, la famosa «luz de Lisboa».El edificio, prácticamente ciego en el lado del río, se presenta como un discreto zócalo pétreo de la ciudad, que se pliega en el lado que da a la ciudad lo suficiente como para revelar sus puntos de acceso. El inmueble de la terminal media las relaciones visuales entre sus usuarios y el río y entre éstos y la ciudad: se usa casi siempre en movimiento, caminando a lo largo de las pasarelas, de las logias que dan acceso a los barcos o desde éstos para descender directamente a la ciudad, y paseando por la cubierta, en las aproximaciones tangenciales a la fachada principal. La mirada deambula en un sentido cinematográfico.(Descripción aportada por Carrilho da Graça Arquitetos)