Parlamento Nacional de Bangladesh

Descripción

El Parlamento de Bangladesh, construido entre 1962 y 1982, es una obra póstuma del gran maestro de la arquitectura del siglo XX, Louis Kahn. Su lenguaje arquitectónico está inspirado en la monumentalidad de las edificaciones romanas y en la tradición moderna. En esta ocasión sirve para construir un símbolo de la nueva nación de Bangladesh. La vocación democrática del país naciente se refleja en el diseño, que sitúa en su centro la gran asamblea de representantes del pueblo. Ocho salas subsidiarias rodean la principal formando una especie de ciudadela concéntrica. Una fortaleza que emerge de un lago artificial, expresando al mismo tiempo fuerza y apertura. La planta centralizada del edificio se ha relacionado con ejemplos históricos de la arquitectura occidental como San Pedro del Vaticano, pero también con la arquitectura budista local. Esta conexión espiritual de carácter sincrético era central en el proyecto de Kahn. No en vano, él mismo era seguidor de la obra de Rabindranath Tagore, el cual propugnaba un arte en búsqueda de la “realidad eterna”. El edificio del parlamento es la pieza principal de un conjunto que se extiende siguiendo los brazos del lago artificial. En su orilla se arraciman volúmenes cilíndricos y cúbicos, siguiendo el lenguaje del edificio principal y albergando residencias y espacios cívicos para los parlamentarios. La rotunda materialidad de las piezas refleja la voluntad tectónica y al mismo tiempo la conexión con las tradiciones locales. El edificio central se resuelve con hormigón, los secundarios están construidos con ladrillo. La potencia de los muros favorece el control climático a través de la inercia térmica, mientras que la geometría genera entrantes y salientes que producen corrientes de aire fundamentales en los meses de verano.  Los elementos naturales del paisaje de Bangladesh, marcado por la presencia continua del agua y las marismas, son leitmotivs importantes del complejo. El proyecto de Kahn los introduce domesticándolos y haciéndolos partícipes del nuevo paisaje humano. La luz natural juega un papel fundamental en la configuración de la atmósfera interior, penetrando tanto de manera cenital como a través de las grandes aperturas triangulares y semicirculares.