The Kunsthal

Descripción

El edificio Kunsthal combina 3.300 m2 de espacio expositivo con un auditorio y un restaurante en un único diseño compacto. Los planos inclinados del suelo y una serie de rampas estrechamente organizadas proporcionan una conexión perfecta entre las tres grandes salas de exposición y las dos galerías privadas. Su ubicación, entre una autopista muy transitada y la red de museos y espacios verdes conocida como el Museumpark («Parque de los Museos»), lo convierte en la puerta de entrada a las instalaciones culturales más apreciadas de Rotterdam.El programa preveía tres grandes espacios de exposición (de uso conjunto o independiente), un auditorio y un restaurante con acceso independiente.El emplazamiento presenta una doble condición: el extremo sur linda con el Maasboulevard, una «carretera» en la parte superior de un dique. El extremo norte, en un nivel inferior, da al Museumpark ofreciendo unas vistas convencionales.El edificio se concibió como una plaza atravesada por dos vías: una de ellas, una carretera este/oeste, paralela a la Maasboulevard, y la otra, una rampa pública que prolonga el eje norte/sur del Museumpark.Teniendo en cuenta esto, y el hecho de que estos cruces dividirían la plaza en cuatro partes, el reto consistía en diseñar un museo como cuatro proyectos autónomos, una secuencia de experiencias contradictorias que, sin embargo, formarían una espiral continua. En otras palabras, imaginar una espiral en cuatro cuadrados separados. El concepto del edificio es un circuito continuo.La rampa peatonal está dividida por un muro de cristal que separa el exterior, abierto al público, del interior, que forma parte del circuito. Una segunda rampa, paralela e invertida, se adosa a esta para albergar un auditorio y, bajo él, el restaurante. En el nivel donde se cruzan las dos rampas se define la entrada principal. Desde allí, el visitante accede a una segunda rampa que baja al parque y sube hasta el nivel del dique.Al acercarse al primer vestíbulo, nos encontramos con una escalera y una vista obstruida que se nos va revelando poco a poco: un paisaje de pilares-árbol con un fondo de vegetación enmarcado, y a veces distorsionado por los diferentes tipos de cristal de la fachada del parque. Desde allí seguimos la rampa interior que nos lleva al pabellón 2, un gran espacio abierto iluminado por el cielo que da al bulevar. Una tercera rampa a lo largo de un jardín en la azotea nos conduce a un vestíbulo más privado de una sola planta y, más adelante, a la terraza de la azotea. (Descripción aportada por OMA)