Metro de Bilbao
Bilbao ES
Foster + Partners
1995
Tipo
Infraestructuras urbanas
Etiquetas
flujos urbanos, infraestructuras urbanas, Spain ccc
Visitabilidad
Visitable
Descripción
Un sistema de metro es una excelente demostración de cómo el entorno construido puede influir en la calidad de nuestra vida cotidiana. Usualmente, se piensa que la construcción de túneles para trenes y la creación de espacios de circulación para viandantes son cuestiones aisladas, aunque en realidad son parte de la misma experiencia para el viajero, que se inicia y finaliza a nivel de calle. El Metro de Bilbao, que se construyó en dos etapas para diseñar dos líneas de metro que se conectan a lo largo del río Nervión, es peculiar porque se concibió como un todo. Desde el principio, se integraron las áreas de arquitectura, ingeniería, construcción y diseño gráfico en una misma idea.La mayoría de los sistemas de metro actuales son complicados de usar y dependen en última instancia de complejos sistemas de señalización que nos muestran por dónde ir. En contraposición, en Bilbao, la arquitectura está concebida para ser fácil de entender: las rutas de acceso y evacuación, ya sea mediante escaleras mecánicas o ascensores de cristal, guían a los viajeros directamente hasta las amplias cavernas de la estación; las mismas que por su altura son capaces de albergar entreplantas y escaleras de acero inoxidable sobre las vías de los trenes. El hecho de transitar a través de una única y magnífica estructura de este tipo resulta impresionante, y su diseño implica un elevado nivel de adaptabilidad para futuros cambios. Las grandes fuerzas que estos espacios curvos están diseñados para resistir se expresan en sus formas, mientras que su construcción es un reflejo de la rica tradición de ingeniería de Bilbao. Los ingenieros españoles, innovadores en la utilización de pórticos móviles en el sector aeroespacial, usaron dicha tecnología para erigir los paneles de hormigón prefabricados que visten las estaciones.Las icónicas marquesinas de cristal, conocidas como «Fosteritos», que marcan a nivel de calle las entradas a la Línea 1 del centro urbano, son tan emblemáticas para Bilbao como lo son los letreros en estilo art nouveau de las entradas del metro de París. Estas estructuras evocan el movimiento inclinado, tomando su forma a partir del perfil de los túneles de las escaleras mecánicas hasta llegar al nivel de la acera. Las marquesinas permiten el paso de luz natural durante el día y se iluminan al caer la noche, convirtiéndose en luminosos puntos de referencia en el paisaje urbano. En cuanto a la Línea 2, la profundidad de las estaciones hizo imposible el uso de escaleras mecánicas. Por ello, los conjuntos de ascensores forman entradas emblemáticas que son fácilmente reconocibles al nivel de la calle.(Descripción aportada por los arquitectos)