courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg
courtesy of Juan Navarro Baldeweg

Palacio de congresos de Salamanca

Spain CCC ES
Juan Navarro Baldeweg
1992

Tipo

Centro de Convenciones

Etiquetas

infraestructuras culturales , Spain ccc

Visitabilidad

Visitable

Descripción

El ámbito de la operación de la arquitectura es el mundo físico y como arquitectos estamos orientados a la definición de objetos, a la fabricación de entidades materiales, al diseño de elementos y partes de los edificios. Pero la peculiaridad distintiva de la arquitectura del Palacio de Congresos y Exposiciones  es la atención a un contexto complementario, a un contexto abarcante en el que se muestra con objetos y sus figuras concretas. Lo que se muestra con mayor intensidad en el Palacio especialmente en su interior, es el protagonismo de las coordenadas básicas de la luz, o de la gravedad o el espacio referenciado por el horizonte que se abre en progresión concéntrica. La cúpula que cubre la Sala Mayor se activa como experiencia en la luz cenital, oscila en su aperiencia grávida e ingrávida y deja que la vista siga, más alla de ella, su propia geometría que se extiende a un límite mayor que abarca también los vestíbulos, el escenario, los espacios perimetrales.Hay pues una transcendencia de las apariencias y lo que pasa a primer plano es la experiencia limitada, del fondo: la luz, la gravedad, el horizonte. Ello ha sido uno de los objetivos perseguidos en la concepción del edificio. Estas consideraciones esenciales y abstractas están en la base de la arquitectura del Palacio pero también se considerarón a la vez los requerimientos concretos que provienen del lugar, del solar específico en la ciudad, así como todos aquellos que se desprenden de un complejo programa funcional.La Vaguada de la Palma es un límite topográfico natural de la ciudad antigua, un límite que en nuestro solar se  veía reafirmado por el muro de contención construido con materiales de la antigua muralla romana. La consideración del solar en el perímetro del recinto amurallado y la apariencia  de este muro como pedestal, como estrato de apoyo del núcleo urbano, fue un punto de partida que estimuló la imagen que el futuro palacio había de tener. El solar del Palacio se encuentra precisamente en este punto de ruptura de la continuidad natural de la Vaguada dirigiendo los caminos de penetración desde la Ronda a la ciudad construida que se deja ver arriba. En este paisaje cultural nuestra intervención potencia el carácter de pedestal del lugar, y la forma del Palacio de Congresos se ha esculpido recomponiendo y afirmando la impresión volumétrica simple de la muralla.El edificio se comprende, por tanto, como un adelantamiento de la masa de la ciudad construida sobre este apoyo, pero, a la vez, conserva el carácter de límite físico en el que se ha abierto un camino de acceso y se ha creado un umbral a la manera de un propileo. Por consiguiente, en el nuevo edificio se da una triple caracterización: como basamento de la antigua ciudad, como construcción mural que destaca claramente su perfil en el perímetro bajo de la ciudad  y como paso y vestíbulo entre el núcleo alto consolidado y el parque de la Vaguada. A uno de los lados de este acceso peatonal se disponen, en una construcción compacta, las grandes salas del Palacio de Congresos. La galería que sobresale, al otro lado, ofrece una imagen complementaria en la forma de una construcción abierta y articulada como un pequeño templo. El conjunto en torno a este paso hace participar la experiencia significativa de tres arquetipos constructivos: el de una arquitectura mural o de caja, el de una arquitectura adintelada y, por último, la de una cúpula que se deja ver en los arcos de penetración al palacio y que se dibuja también en los paramentos externos de la caja principal. Como líneas de intersección de su volumen con los planos de la caja envolvente, las ventanas y las marquesinas reinterpretan como gestos formales de esa intersección.El edificio del Palacio extiende su radio de acción en el parque de la Vaguada de la Palma. Tanto las plantaciones de árboles, como los caminos en él, se han ordenado en función de esta nueva pieza. El acceso peatonal se apoya en dos amplias terrazas en paralelo al Palacio, indicativas de la singularidad de este punto. Con estas terrazas, ademàs, se levanta la cota de asiento del nuevo edificio sin que llegue a sentirse su altura y se evita también la ocupación de las plantas bajas o sótanos inconvenientes en la proximidad del cauce natural del antiguo arroyo de los Milagros. Los árboles rodean la construcción de manera que la calle de Oviedo, que canaliza el tráfico de vehículos, queda parcialmente invadida por el parque. Con ello se consigue dar al Palacio un carácter exento en el parque de la Vaguada de la Palma.  Sobre este marco verde, ya desde las terrazas, se abre la amplia escalera que nos conduce a la plaza que congrega las actividades de las entradas al Palacio de Congresos propiamente, al Centro Cultural o de Exposiciones y al graderío al aire libre, simultáneamente. Esta plaza se asienta en una cota intermedia del perímetro inclinado del solar. La consideración de esta cota ha obligado desde el principio a rechazar cualquier intento de coronación especial que hubiera enturbiado el perfil más alto de la ciudad consolidada. Este, por otro lado, hubiera sido incapaz de dialogar adecuadamente, por su inferior posición, con los cuerpos de los monumentos altos. Así pues, ni será nunca una obra a compartir en monumentalidad por su perfil sino por el poder intrínseco de su forma.El programa se ha resuelto en los dos cuerpos visibles que ciñen esta plaza intermedia unidos por su planta baja. En el cuerpo mayor se encuentran los auditorios. El cuerpo menor sobresale asentado en la masa escupida del auditorio al aire libre. Unas entradas independientes desde la plaza a ellos daría lugar a un funcionamiento muy flexible. Y así los seminarios y una sala de exposiciones pueden usarse autónomamente o en conexión, a voluntad, con  el Palacio de Congresos y con la gran sala de exposiciones vinculada al vestíbulo de los auditorios. Una rampa en el interior garantiza la unión de ambos espacios de exposición.El espacio interior del cuerpo principal está concebido como arquitectura dentro de la arquitectura. El aforo de la sala principal es de mil trescientas personas y el de la sala menor es de cuatrocientas sesenta personas. Aún cuando las salas son independientes, se ha logrado una identificación espacial unitaria  por medio de la doble altura abierta en  los vestíbulos laterales de ambas salas.Nuestra intención fué resolver con un solo gesto el complejo problema pedido. Esto se ha logrado por una arquitectura generada a la vez en continuidad y ruptura, en planta libre y en espacios diferenciados. Este aire común se mantiene pese a las requeridas separaciones físicas a que obliga el programa. Una cúpula flota sobre el auditorio principal. Su cara interna está moldeada con un estriado cuya geometría garantizará las exigencias acústicas. Su forma pertenece al trazado de una cúpula esférica abarcante que se extiende a todo el edificio, siendo visible tanto en el interior como en el diseño de los paramentos exteriores.Se ha concebido el edificio unitariamente desde su propia génesis estructural y constructiva. La percepción de la estructura está reavivada  por el tratamiento de la luz natural. La luz cenital dibuja los constituyentes esenciales del espacio interno, construyéndole, conduciendo las vistas a las aberturas verticales e iluminando las paredes al resbalar en ellas. La cúpula está suspendida en los muros de carga pareados que actúan a la vez como vigas que conducen los esfuerzos, por su forma arqueada, a los extremos o vértices del perímetro del edificio. La concentración de las cargas en los vértices evita la presencia de cualquier pilar en el espacio completo del gran auditorio, del escenario y de los vestíbulos, permitiendo la continuidad abarcante del techo. También los arcos internos pertenecen a la esfera de la cúpula, de manera que no hay ruptura en la perseguida unidad espacial y geométrica. La cúpula sobre el auditorio principal, flotando y recortado en la luz, se muestra en una tensión equilibrada entre gravidez e ingravidez. Por un lado, sentimos el atirantamiento de la envoltura interior al suelo y, por otra parte, el techo aparece suspendido sin esfierzo en el aire.Estos efectos contrastantes tienen manifestación también al exterior en el juego de concavidad y convexidad, de pesadez  y ligereza de los elementos del conjunto. La relación entre el prisma cerrado de cuerpo mayor y la caja abierta (el templo) que corona la sala de exposiciones en el cuerpo menor entra también en juego parecido de divergencias. El dintel de este último se ha hecho mínimo, de modo que parece libre de carga o sosteniendo, simplemente, el volumen del espacio libre sobre la vertical de su forma. La concavidad de la entrada a los auditorios contrasta  fuertemente con la abertura enfrentada del graderío  al aire libre. La estructura del conjunto es de hormigón armado. Los planos que limitan las salas están revestidos de madera. Su color natural destaca sobre el fondo blanco de los paramentos a la luz interior tamizada, su color se integra una apariencia dorada. Al exterior, los muros están revestidos en piedra  natural de Villamayor en despiece natural con piedra arenisca de Abarán. El basamento ha recompuesto el carácter de la antigua muralla y se liga a ella en continuidad. La cubierta de poca pendiente es de cobre y en su centro se dibuja, sobresaliendo levemente, la forma cupular del baldaquino. Estas cubiertas, aunque de escasa inclinación, se han cuidado en función de las vistas desde los niveles superiores urbanos.Los materiales, los colores, las escala del edificio están al servicio de la integración del nuevo edificio en el paisaje urbano.(Descripción aportada por los arquitectos)