Colegio Belvue

Descripción

Belvue School es un instituto de educación secundaria para chicos y chicas con problemas de aprendizaje moderados a graves, además de otros tipos de necesidades adicionales. El instituto se encuentra junto a un bosque desaprovechado, que la escuela utiliza como reserva natural educativa. En 2014, el instituto había recaudado dinero suficiente para instalar dos contenedores de transporte como espacios extra y de almacenaje para el bosque, pero se dirigió a Studio Weave con el fin de averiguar si sería posible conseguir espacios extracurriculares más grandes y flexibles con un presupuesto similar. Studio Weave trabajó con el instituto en el diseño de dos nuevos espacios en el bosque, independientes del edificio principal del instituto, que proporcionan 150 m² de instalaciones independientes, con un ambiente más doméstico y unas dimensiones más íntimas. Enfocamos este proyecto de modo que se tratara de algo más que diseñar un nuevo edificio para el centro; se trataba de crear una narrativa para el bosque que diera lugar a modos imaginativos de conectar con este nuevo recurso natural. Nos dimos cuenta de que el límite entre el patio y el bosque marca la frontera entre el territorio del instituto, que nos es familiar, y el mágico y misterioso mundo que se extiende más allá. En este umbral tan importante, los espacios creados en el bosque actúan como la “caseta de un guarda” y simbolizan la entrada a otro mundo o a un jardín secreto. El proceso de diseño incluyó talleres de escritura de cuentos con los estudiantes para desarrollar una narrativa colectiva para el bosque e identificar cómo podría interactuar dicho bosque con la “caseta del guarda”. Se pidió a las clases que indicaran tres tipos de espacios de aprendizaje que fueran muy necesarios. Hay un “Salón acogedor” que se usa para dar clase e interactuar con el bosque, ofreciendo una conexión con la naturaleza que muchos estudiantes no tendrían de otro modo; además, es un espacio sensorial privado donde relajarse. La “Cocina sociable” incluye una cafetería con una zona para cocinar y comer en pequeños grupos. El “Granero desordenado” permite realizar aprendizaje al aire libre, independientemente del tiempo que haga. Estas funciones permiten que los estudiantes adquieran habilidades esenciales para la vida diaria necesarias en su transición para convertirse en ciudadanos bien formados en una sociedad inclusiva. Inspirando y animando a los alumnos para que adquieran más responsabilidades y sean más autónomos, el instituto nutre su desarrollo social, emocional y personal para llevarles a tener más oportunidades de empleo.